martes, 4 de septiembre de 2012

Setia, el alma de la guerra (I)


En el este, mas allá de las tierras que en algún tiempo conquistó Méner, esta el corazón de Setia. La extensión de esta nación es tal que muchas otras naciones en Aleiea aún no tienen recogidos sus límites y ni muchos menos conocen cuantos pueblos la componen.

Lo cierto es que la tierra de Setia no es hermosa y además es poco aprovechable para cultivos, siendo en muchas ocasiones muy similar al vecino Yermo Rojo. Su basta extensión se compensa con una estructura de suministros fuertemente organizada y que traza sendas de provisiones entre los zigurats usados como bases militares y establecidos cada pocos kilómetros. Para ser justos, el lugar mas reseñable de Setia es un pronunciado accidente geográfico conocido como El Urdu, un cañón natural de proporciones titánicas.

Pero para ser fieles a la verdad hay que decir que Setia no siempre fue el monstruoso imperio militarista que es hoy en día. En sus inicios el emperador Ciro, tercero en la línea del rey Aquemen, unifico al belicoso pueblo de Medo con la prospera ciudad de Sasán, fundando oficialmente el imperio seritio en el año 803 según la cronología meneria.

Por suerte o por desgracia para todos, Mener, en su pleno apogeo, se encontraba demasiado lejos de Setia como para impedir su nacimiento y expansión, y la nación seritia creció sin parangón alguno de cualquier otro imperio que hubiera existido sobre Aleiea. Los Rakk no dudaron en ofrecer sus servicios a la poderosa nación en auge y evitar así, por el momento, su sometimiento militar.

No obstante de todo lo anterior, el suceso mas importante para Setia acaeció en el año 1254 según el calendario menerio. Tras su segunda derrota frente a Mener, al que intentaban someter por aquel entonces, los seritios regresaban derrotados a su hogar a través del peligroso Yermo Rojo, donde fueron asaltados por su Behemot.

Los Behemot son criaturas de gran poder que existieron antes del nacimiento de esta realidad y que dieron forma con su esencia a las naciones que hoy en día pueblan Aleiea, por lo tanto existe o existía un Behemot por cada nación, excepto para Setia que, por oscuros designios del destino fue atacada por su Behemot al que plantaron cara y derrotaron.

El Emperador Attar, héroe de Setia, fue el destructor del Behemot. Bajo su mandato Setia alcanzo nuevas cotas de magnificencia, consciente, a partir de ese momento, de que su destino era grande y no podía ser detenido... Setia gobernaría toda Aleiea.

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